Los amigos , la familia y el apoyo social alargan nuestra vida ya que reducen el riesgo cardiovascular. Aunque ya conocíamos datos sobre la depresión y el riesgo de infarto (Pincha aquí)
A esta conclusión llegaron los investigadores Steward Wolf y John Bruhn en la década de 1960. Pincha aquí
El los albores de los tratamientos médicos para el abordaje de problemas cardiovasculares, ambos investigadores observaron que en esta pequeña localidad de Pennsylvania, al contrario de lo que ocurría en el resto de EEUU, donde los problemas cardiovasculares alcanzaban proporciones epidémicas, la prevalencia del infarto era testimonial: Los menores de 55 años no padecían este tipo de eventos y en los mayores de 65 era la mitad de probable que en la población americana.
Cuando los investigadores comenzaron a ajustar los riesgos relativos, se dieron cuenta de que los habitantes de Roseto a pesar de ser de origen italiano cocinaban como el resto de los americanos, por lo que usaban mantequilla en vez de aceite, consumían bollería industrial, fumaban sin moderación y no realizaban actividades físicodeportivas reseñables.
Una vez descartados otros aspectos como la raza, la localización del municipio en la explicación a la baja incidencia de infartos, los investigadores se fijaron en un único hecho diferencial:
Los Rosetinos, tenían una red de apoyo social que no se daba en otros lugares de EEUU. Aquellos con problemas eran tratados con respeto y apoyo por parte del resto de miembros de la comunidad, no les hacían sentirse fracasados, aquellos a los que les iba bien no tenían que hacer alardes ni diferenciarse del resto. En resumen: existía una cohesión social en la que todo el mundo era aceptado. No existía un rechazo a aquellos que eran diferentes, al revés se les brindaba un mayor apoyo.
La comunidad brindaba una vía de escape al estrés del mundo capitalista que divide a la sociedad en ganadores y fracasados, tan de moda en la cultura norteamericana.
El Caso Roseto mostró como tener una estructura social y afectiva bien cohesionada, ser aceptado y querido por un grupo, dar y recibir cariño reducen el estrés vital y el Riesgo cardiovascular independientemente de los factores de riesgo asociados.
OCT