En España se suicidaron en 2023, 3952 personas según el Ministerio de Sanidad. En países de referencia para nosotros como es el caso de los Estados Unidos, Las tasas de suicidio  alcanzaron según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) un incremento del 37 % entre 2000 y 2022. Esto quiere decir que casi 49 000 personas se suicidaron solo en 2022, lo que se traduce en una muerte cada 11 minutos. Nuestro país carece de una Estrategia de prevención del suicidio (Pincha aqui) pero también carece de una Escala de discriminación de riesgo suicida que pueda ser aplicada por los servicios médicos y hospitalarios independientemente del motivo de consulta.

El aumento de la prevalencia del suicidio en EEUU dió lugar a peticiones de que se amplíe la detección universal del riesgo de suicidio, en la que se examine a todas las personas que acuden a centros médicos o de atención de salud mental para determinar su riesgo de suicidio, independientemente del motivo de su visita. Pero el campo psiquiátrico está dividido al respecto, y algunos expertos citan los falsos positivos y la falta de recursos de atención de salud mental para quienes se consideran en riesgo.

En 2022, cuando el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. publicó sus recomendaciones sobre la prevención del suicidio, en niños, adolescentes y adultos  los autores dijeron que no había evidencia suficiente para respaldar la detección universal del suicidio, o para la creación de una Escala de discriminación del riesgo suicida.

Los defensores del cribado universal para la detección de riesgo de suicidio rechazaron ese hallazgo, argumentando que la detección universal del suicidio podría ayudar a identificar a aquellos que corren un alto riesgo y que de otro modo podrían no ser diagnosticados, lo que llevaría a una intervención más temprana que podría salvar vidas.

La introducción de la detección universal se articuló merced a una serie  de factores confluyentes,  en el inicio, un informe de 1999 del entonces director general de servicios de salud de los Estados Unidos, el Dr. David Satcher, al que le siguió otro informe de 2016 de la Comisión Conjunta para la Detección y el Tratamiento de la Ideación Suicida que instaba a las organizaciones de atención médica a mejorar la detección y el tratamiento de la ideación suicida en todos los entornos sanitarios.

Los datos de los informes mostraron que una cantidad significativa de personas que se suicidaron habían tenido una visita médica antes de morir. La mitad había visto a un médico un mes antes de su muerte; casi el 30% había tenido una visita médica solo la semana anterior, y en todos los casos no se detectó un mayor riesgo de suicidio.

Estos hallazgos llevaron al Parkland Health Hopsital de Dallas a implementar un sistema de detección temprana de riesgo suicida, que ha examinado a más de 4.3 millones de pacientes. Los médicos utilizan un cuestionario que se administra en unos 20 segundos para establecer el riesgo de suicidio como ninguno, moderado o alto. Los pacientes identificados como de riesgo moderado o alto son sometidos a una evaluación psicológica más profiunda. Los resultados muestran que el 7% de los pacientes que acuden a servicios hospitalarios y el 2% de atención primaria darían positivo en detección de riesgo suicida.