Como hemos venido comentando desde este blog, la terapia psicológica cognitivo conductual es más eficaz que la terapia farmacológica el el tratamiento de trastornos de ansiedad y/o afectivos entre otros (Pincha aquí) . En un estudio publicado en la revista psychological medicine (Pincha aquí) se evaluó la relación entre tratamiento cognitivo-conductual y gasto sanitario tras la aplicación de un programa pionero de tratamiento psicológico como terapia de elección para los paciente que acuden a su centro de salud con trastornos de ansiedad y/o afectivos y que tradicionalmente habían sido tratados por su médico con psicofármacos (antidepresivos y ansiolíticos principalmente). Este programa de tratamiento psicológico,  se inició en Reino Unido en 2008 y sus resultados han sido evaluados tanto en eficacia como en ahorro del gasto sanitario con resultados muy positivos.

Los autores del estudio construyeron un modelo analítico de decisión con un horizonte a 27 meses, donde compararon farmacoterapia con tratamiento cognitivo conductual y la combinación de ambos enfoques para tratar trastornos depresivos de moderados a severos.

El modelo sugirió que la terapia cognitivo conductual como monoterapia fue el tratamiento más coste efectivo, por encima de las 22.000 libras por  años de vida ajustados por calidad (QALY), por encima del tratamiento combinado y tuvo una razón de coste efectividad de 20.039 libras por QALY en comparación con la farmacoterapia.

Los resultados indican que para aquellos pacientes en los que incluso la farmacoterapia es bien aceptada, el tratamiento cognitivo-conductual puede ser una opción coste efectiva. En nuestro país, el coste de un QALY adaptado a nuestro Sistema Nacional de Salud considerando las variables necesarias en las distintas comunidades autónomas, tiene un valor económico para un año de vida ajustado a la calidad que se sitúa entre 22.000 y 25.000 euros (Pincha aquí)​

Este estudio muestra cómo la aplicación de tratamiento cognitivo conductual para el abordaje de trastornos depresivos no sólo es más coste efectiva que la utilización de tratamiento farmacológico o la combinación de ambos, sino que produce un ahorro significativo en el gasto farmacéutico y sanitario asociado a estas patologías tan prevalentes.